El profesor Thomas M. Clark, de la Universidad de Indiana, mientras realizaba el metaanálisis, descubrió que el consumo de cannabis se correlacionaba con una disminución de diversos cánceres, entre ellos el de cabeza, cuello y pulmón, y cánceres asociados con la obesidad. Sin embargo, Clark también comprobó que el consumo de cannabis estaba asociado con un ligero aumento del cáncer de testículos.

A pesar de los interesantes resultados, Clark dice que estos no son necesariamente concluyentes. Esto se debe al hecho de que los conjuntos de datos eran muy heterogéneos. Tampoco había suficientes conjuntos de datos para uchos tipos de cáncer.

Factores de riesgo para los tipos de cáncer

Clark también observó que los consumidores de cannabis tendían a mostrar una baja tasa de obesidad. La obesidad es un factor de riesgo conocido para muchos cánceres. También observó que la mayoría de los consumidores de cannabis tienen una baja tasa de inflamación. Esto también es un factor de riesgo para el cáncer. Este hallazgo está respaldado por investigaciones anteriores que ya han demostrado la relación entre el consumo de cannabis y un menor riesgo de inflamación.

Los resultados también mostraron que los consumidores de cannabis tendían a tener una mejor resistencia a la insulina y, por lo tanto, un menor riesgo de diabetes que los no consumidores. Esta asociación también podría contribuir a reducir el riesgo de cáncer. Ello se debe a que la escasa resistencia a la insulina y la diabetes están asociadas con un mayor riesgo de cáncer, así como con un crecimiento más rápido del cáncer.

Como conclusión, el profesor Clark resumió:

«El análisis actual no apoya el uso recreativo promedio de la cannabis como una cura efectiva y autónoma para el cáncer. Sin embargo, los resultados sugieren que la terapia con cannabis añadida a los regímenes de tratamiento del cáncer establecidos no sólo mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes con cáncer, sino que también podría mejorar la eficacia del tratamiento sin estimular el crecimiento del tumor».

Clark añadió que el consumo de cannabis podría reducir potencialmente la tasa de mortalidad relacionada con el cáncer en los Estados Unidos (unas 600.000 personas mueren de cáncer cada año). Sin embargo, los datos disponibles darían poca confianza en esta conclusión. Esto se debe a que parece haber diferentes respuestas entre los cánceres. También habría pocos o ningún dato disponible para muchos cánceres.

Además, Clark señala que aunque se puede probar una relación entre el consumo de cannabis y el cáncer, no se puede probar una causalidad. Por lo tanto, se debe tener cuidado al interpretar los datos.

Fuente:

https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/can.2019.0095